domingo, 29 de junio de 2008

EN BUSCA DE SETAS


Con estas cuatro fotografías quiero ilustrar cómo debemos salir a recoger setas y lo que no debemos hacer para dañar el medio, donde la naturaleza sabia nos regala estos manjares tan apetitosos, suculentos y además buenos en la alimentación por el aporte de minerales, oligoelementos, vitaminas, y demás sustancias tan ricas para nuestro organismo.
  • Salir siempre con cesto no muy grande, y ligero. Caerán las esporas al suelo mientras caminamos y algunas se desarrollarán al año siguiente. No llevar bolsas o cubos de plástico que impedirán la diseminación de las esporas y que además estropean las setas.
  • Llevar navajas pequeñas y si tienen cepillo para limpiar las setas, que suelen tener tierra o pinocha sobre su sombrero mucho mejor. Otras veces con una simple servilleta de papel podemos hacer esta operación. Nunca arrancar las setas, pues estropeamos su micelio; cortaremos su pié a ras de tierra.
  • Usar guantes desechables durante la recojida y limpieza de las setas para no mancharnos las manos y de este modo evitaremos llevarnos sustancias a veces tóxicas a los ojos o boca , que se pueden adherir entre los dedos o uñas. Así eliminamos malas sorpresas.
  • Ropa y calzado adecuado para caminar y no resbalar en el bosque y barrancos húmedos y con muchas hojas en el suelo, pues no olvidemos que en otoño -invierno es la temporada, en que más setas se recolectan.
  • Llevar siempre también hojas de periódicos e incluso otro cesto vacío, para aquellas setas que no conocemos y que queremos estudiar, separándolas de una en una envuetas en las hojas, y llevarlas a algún experto para que nos den información sobre ellas. Yo he preguntado en la Facultad de Biología de la Universidad de La Laguna donde su profesorado me han ayudado mucho.
Quizás se me olvida alguna observación más sobre como recolectar setas; pero lo que es evidente si ampliais la foto de estos dos compañeros es que, la alegría que se refleja en sus caras es inmensa cuando se encuentran setas. Este otoño saldremos denuevo a buscar setas juntos.

domingo, 22 de junio de 2008

COMIENZA EL VERANO

Ha comenzado el verano, los campos se llenan de luz y los árboles están salpicados de color. Los frutales tienen pinceladas de amarillos tenues, de naranjas suaves, de
verdes más intensos que el de sus hojas, y de algunos rojos y morados aterciopelados; son las frutas que están madurando.
Si miramos la tierra también parece tener un color más oscuro.
El sol ilumina más horas y la sombra de los árboles refrescan el terreno.
Pocas setas aparecen en estos días, pero ante el cambio climático que nos está invadiendo, te llevas sorpresas.
En casa de unos amigos muy cercana a la mia, al atardecer y algo secas por el sol que hacía, fotografié un grupo de setas grandes, y muy espectáculares que se asomaban entre hojas trituradas de palmera canaria. Estos amigos que también comparten la afición de recoger y estudiar las setas como yo, tambien tienen el bosque de Laurisilva muy cercano a su casa y se llevaron la misma sorpresa.
No conocemos estas setas de momento, y por lo tanto las hemos dejado donde nacieron para que puedan reproducirse en otra primavera o quizás algún verano venidero y poderlas estudiar en profundidad.

miércoles, 18 de junio de 2008

ATARDECER EN EL ROBLE






Desde El Roble, bien desde el patio, o desde alguna ventana contemplo el cielo: muchas veces azul, otras cubierto por las nubes, estrellado en la noches despejadas, y muchas tardes rojizo con la caída del sol.

lunes, 16 de junio de 2008

¡CUIDADO!







Ejemplares muy atractivos, pero ¡cuidado!


Se ven bastantes cerca de mi casa.

miércoles, 11 de junio de 2008

DOS LACTARIUS MUY APRECIADOS

Si existe una seta apreciada por su sabor, frescura , aroma y paladar, además de ser relativamente fácil de identificar con unas cuantas indicaciones, creo que no me esquivoco al decir que esa seta es el "níscalo". No es la más bella ni la más grande, pero presenta un sabor tan especial que merece ser considerada de las mejores setas.
Su nombre científico es "Lactarius deliciosus",esta denominación nos está ya indicando lo buena y deliciosa que es.
En algunos de mis viajes a la península los he visto vender en los mercados y alcanzan precios elevados, ésto nos dice lo que cuesta cogerlos y lo apreciados que son en nuestra mesa.
Existe otra seta llamada "Lactarius sanguifluus", que mucha gente la confunde con la anterior citada, y que a mi parecer es aún más rica cuando la pruebas varias veces y te haces a su sabor, sobre todo cuando están recien cogidas y sin estar deterioradas por la lluvia o por justo lo contrario, por la sequedad. Es la conocida como "rovelló",en Cataluña.
Estas dos setas son muy apreciadas por los seteros, pero quizás la que más abunda en nuestra isla sea la segunda. Al cortar el pié de cualquiera de las dos, cuando te la encuentras en el monte, sueltan un latex que mancha las manos ; el latex de la primera es de color naranja y el de la segunda es del color del vino o de la sangre. Además de ésto, dichas setas crecen bajo la pinocha, en las laderas, presentan un sombrero con matices entre el naranja y verdes más oscuros o claros, según esten más o menos expuestas a la luz. Después de un día lluvioso, a veces disfrutamos de días expléndidos, lo que hace que los matices de color cambien.
Estos ejemplares suelen aparecer con las primeras lluvias, en los días de otoño-invierno en nuestro entorno.
Su carne es densa, su pié es hueco, no muy alto y las láminas del sombrero son frágiles, rompiéndose fácilmente. El sombrero varía de tamaño, es convexo y con forma de cráter en el centro.
El níscalo y el rovelló requieren poca cocción, y como mejor se aprecia su sabor son hechos a la parrilla, con un pelín de sal, y unas gotas de aceite de oliva y limón. Los olores son fantásticos y comerlas es una delicia.
Recuerdo a un buen amigo que salía con nosotros al monte y que aprendió también a reconocerlas y siempre me decía: "ésta es la mejor, yo no cojo otra" - se refería al níscalo.
Hace unos veinte años, este amigo trabajaba en casa con mi marido, mientras tanto, yo salí a dar un paseo junto a mi casa y tropecé con varios ejemplares de níscalos y de la emoción me puse a gritar tan fuerte que los dos pensaron que me había ocurrido algo. Y algo ocurrió: comimos setas aquellos días. Los años siguientes también encontramos abundantes y hermosos ejemplares en el mismo lugar. No siempren se encuentran en pinares sino también en otros medios, como la Laurisilva del monte de Agua García.

lunes, 9 de junio de 2008

PASEOS POR LA LAURISILVA

Mi primer libro sobre setas lo compré en el Museo de Ciencias Naturales de Londres. Es una guía de bolsillo muy sencilla, escrita en inglés y donde con dibujos muy ilustrativos y llenos de colorido se describen las especies más conocidas del mundo tan sorprendente de setas y hongos. Es un libro que aún conservo y hojeo, el cual me aportó algunos conocimientos sobre las setas.
Me llamaba la atención los términos "edible" - "inedible" al final de cada descripción y que yo traducía siempre por : comestible o no comestible.
Un año por Reyes, mi marido me regaló unos tomos sobre setas cargados de fotografías que cada día hojeaba, pues mi preocupación era siempre una muy clara: ¿porqué unas setas en los libros decían que podían comerse y otras en cambio ponían que no?
Cayeron en mis manos libros muy diferentes: unos con fotos, otros con dibujos, uno de setas de La Rioja, otro de Cataluña, algunos regalo de mis hijos con fotografías de setas de Tenerife, etc. También leí muchas recetas de cocina elaboradas con setas y todo aquello que caía en mis manos de revistas y periódicos publicados que tenía interés para mi.
En fin, leía aquí y allá y mientras tanto cada otoño-invierno según se presentara de frio y lluvia, salía a coger setas, pero quiero aclarar que sólo comíamos "niscalos", y aquellas otras que venían en una cesta aparte eran observadas, estudiadas, miradas mil veces, comprobaba con los libros lo que creía que era y muchas veces pregunté a estudiosos y especialistas y también fuí a consultar a la Facultad de Biología de la Universidad de La Laguna para conocer el nombre y características de aquellas setas.


Me llevé alguna sorpresa con la "seta de los caballeros", pues cuando empecé a recolectarla (después de varios años cogiendo sólo "níscalos") creyendo que no había ninguna duda para poderla comer, aquel año, que fue muy bueno y abundaban en el monte de Agua García, entre tres o cuatro kilos de "setas de los caballeros", apareció un ejemplar que olía muy diferente, pero su color y tamaño era idéntico a "la seta de los caballeros". Se trataba de un Tricholoma sulphureum, que no es comestible.
Esto me advirtió y me enseñó que no hay que confiarse. Cada vez que cojo setas analizo una por una cuando llego a mi casa. Las limpio una a una y me voy asegurando bien de qué seta se trata.
También me sorprendió en una ocasión el parecido tan grande que hay entre un "cantharellus cibarius" y el "Higrophoropsis auriantiaca" que los cogí a cien metros de mi casa, pensando del segundo que era el primero.
Cuento todo ésto porque en estos últimos años cuando salgo con amigos o con mi familia al bosque, veo que hay mucha gente rastreando el terreno, a la ligera y cogiendo todo cuanto cae en sus manos y te preguntan: ¿ésto se puede comer, verdad?. Y te enseñan una bolsa de plástico con un montón de setas dentro mezcladas.
Se me ponen los pelos de punta. Se desconoce la riqueza del monte y se destroza la naturaleza viva y escondida entre pinares, brezos, fallas, laureles...y raices de árboles centenarios.
Tenemos que aprender a convivir con este bosque tan maravilloso, que nos aporta tanta belleza, sosiego, armonía , calidad de vida y cientos de setas. Unas comestibles y otras no.

miércoles, 4 de junio de 2008

NÍSCALOS



Siendo muy joven, acompañada de mi marido, de mis hijos muy pequeños y de unos amigos conocedores de algunas setas, salimos a recoger "níscalos" en las laderas cercanas a la carretera que conduce al Teide.
Salimos temprano, con frio, bien abrigados y dispuestos a disfrutar de un día expléndido y lleno de aventura, pues era la primera vez que salíamos a recoger setas. Esto hace más de 30 años.
Recuerdo regresar con las cestas llenas de "níscalos" después de haber comido en el monte su sabrosa carne en un fogón de carbón con unas gotas de aceite, limón y algo de sal.
Los niños nuestros disfrutaron en aquellas laderas subiendo y bajando; no había nadie más, sólo nosotros: un valenciano ,una francesa, una catalana , los cuatro pequeños, mi marido y yo.
Me aficioné mucho, y cada domingo y festivo salíamos al monte; y casi siempre regresábamos con algunos ejemplares que llenaban nuestra despensa varios días.
Nuestros amigos nos indicaban detenidamente como eran, como olían, su tamaño, su pié, su sombreo, como cojerlos para no estropear el micelio, como limpiarlos, y ...como comerlos: asados, en salsa, con arroz, con carne..¡CÓMO DISFRUTÁBAMOS!
Eran los meses de más frio, pero con las caminatas, subidas de laderas,y cuidando de nuestros pequeños no nos dabamos cuenta ...y poco a poco nuestros hijos también aprendían a conocerlos. Levantaban la pinocha y cuando subían la ladera era cuando veían los pies de varios níscalos agrupados, muy tiernos y frescos...y llamaban a mamá o papá diciendo: "¡aquí hay uno!". Que alegría nos daba. Y nuestro amigos nos decían que no gritáramos, que había que ir en silencio, pero era casi imposibe contener nuestra emoción y se nos escapaba un grito de alegría cuando veíamos tantos níscalos.
Fueron varios años recogiendo sólo "níscalos".

domingo, 1 de junio de 2008

NATURALEZA VIVA

Mi casa está situada junto al sendero que conduce al bosque de Agua García, en el municipio de Tacoronte. Es un bosque denso, muy verde, húmedo y expléndido bosque de Laurisilva.
El otoño, con la tierra húmeda y algo de frio invita a pasear entre sus árboles y contemplar la naturaleza viva. Cientos de setas en las mañanas lluviosas hacen su aparición en los recovecos de piedras y árboles caídos, en las hojas arrastradas y amontonadas por el viento suave. Unas son bellísimas, con colores luminosos, pies esbeltos y sombreros diminutos pero otras son delicadas, olorosas ....y algunas pasan desapercibidas.
Caminamos en silencio, con cuidado y equipados para disfrutar del día.
En horas de camino hacemos fotografías que nos ayudan a estudiar las diferentes setas y muchas veces sólo para recrearnos con ellas como le pasa a mi amigo Leonardo que me ha cedido estas fotos tomadas en sus caminatas por el bosque.
Podemos disfrutar de ellas. Todas esconden belleza.