El otoño, con la tierra húmeda y algo de frio invita a pasear entre sus árboles y contemplar la naturaleza viva. Cientos de setas en las mañanas lluviosas hacen su aparición en los recovecos de piedras y árboles caídos, en las hojas arrastradas y amontonadas por el viento suave. Unas son bellísimas, con colores luminosos, pies esbeltos y sombreros diminutos pero otras son delicadas, olorosas ....y algunas pasan desapercibidas.
Caminamos en silencio, con cuidado y equipados para disfrutar del día.En horas de camino hacemos fotografías que nos ayudan a estudiar las diferentes setas y muchas veces sólo para recrearnos con ellas como le pasa a mi amigo Leonardo que me ha cedido estas fotos tomadas en sus caminatas por el bosque.
Podemos disfrutar de ellas. Todas esconden belleza.
2 comentarios:
que bonitoel blog!parece que una lo esta viendo pues lo describes con tanto cariño e ilusion que sentarse aqui un ratito es disfrutar y relajarse.te felicito y te mando un beso.me encanta!
Muy bonito y hecho con mucho amor
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